jueves, 19 de agosto de 2010

CHO VITO, LA OTRA CARA DE LA LEY DE COSTAS

La Ley de Costas que está actualmente en vigor se aprobó en 1988 con el fin de regular la situación inmobiliaria del litoral español, donde en los años del boom turístico se construyeron miles de apartamentos y cientos de hoteles literalmente "a pie de playa".
La entonces Ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, inició su cruzada particular contra este tipo de construcciones, amenazando con destruir todo tipo de edificaciones situadas a menos de 100 metros del litoral, incluso con carácter retroactivo.
La Ley de Costas es muy ambigua. Pero lo que está claro es que la legislación española prohíbe la retroactividad. Es algo anticonstitucional.



El caso Cho Vito es, ante todo, injusto, sangrante e innecesario. Cho vito es un poblado marinero de la costa del municipio tinerfeño de Candelaria. Me gusta Cho Vito. Lo he visitado por tierra y lo he admirado por el mar. Para nada afea la costa de la isla, es más, la embellece. Si hay algo que afea la zona son las dos torres inmensas de una industria.
Las familias que habitan el Cho Vito llevan más de 50 años en viviendas adosadas, juntas unas a otras, como si quisieran ampararse entre todas ante un peligro que le viene en forma de Ley injusta. Curioso es, que esta gente llevan pagando todos los impuestos referente a su propiedad inmobiliaria durante toda su vida. Los recaudadores respectivos no muestran ningún signo de "ilegalidad" del inmueble, a la hora de cobrar sus impuestos. Las entidades financieras no han dudado en conceder hipotecas a esas presuntas viviendas "ilegales". Escrituras de propiedad totalmente legalizadas e inscritas en el registro correspondiente.

Por otro lado, el Ayuntamiento de Candelaria, lejos de defender a sus vecinos ante una esperpéntica Ley, parece el principal promotor del derrumbe del barrio marinero. ¿Por qué el señor alcalde no declaró zona de interés turístico al poblado marinero, evitando así el derrumbe de esas viviendas? Existen precedentes en el mismo municipio, el de Punta larga, donde una sentencia de la Audiencia Nacional obliga a cambiar el trazado de deslinde marítimo. ¿Por qué no intentó el Ayuntamiento de Candelaria aplicar la ley Canaria que protege a los núcleos costeros con valores etnográficos y culturales, donde a todas luces se puede incluir el Cho Vito? ¿Qué mano negra está detrás de todo este turbio asunto? ¿Quién o quienes tienen intereses inmobiliarios en la zona? El tiempo nos dirá que, nuevamente, se utilizan las leyes con otros fines muy distintos para lo que fue creada.

Existen precedentes en toda la geografía del Estado Español. El ejemplo en la Barceloneta, se derribaron multitud de chiringuitos mientras se construía el Hotel Vela a menos de 20 metros de la playa. En todo caso, ¿por qué no se empieza a demoler los grandes hoteles situados dentro de la zona costera y que, a todas luces, infligen la Ley de Costas?
A instancias de los más de 200.000 afectados en toda España, la Comisión Europea ha tomado a parte en el bochornoso espectáculo. La comisión de Peticiones del Parlamento Europeo acordó en Bruselas que las peticiones de los afectados por la Ley española de Costas, entre ellas la de los vecinos del poblado marinero de Cho Vito (Tenerife), se mantengan "abiertas" y decidió enviar una carta a la Comisión Europea y otra al Gobierno español para que respondan a las acusaciones.
En este sentido, la presidenta de ésta comisión europarlamentaria, la italiana Erminia Mazzonni, después de escuchar a los peticionarios y a eurodiputados de la mayoría de los Grupos, los cuales, a excepción de Socialistas y Demócratas, se mostraron a favor de vigilar la aplicación de la Ley de Costas en España ante la "arbitrariedad y asimetría" con la que estimaron que se ejecuta.
Mientras tanto a nosotros, los canarios sólo nos queda estar ¡Todos juntos con los nuestros del Cho Vito!

http://www.laopinion.es/firmas/2010/08/19/cho-vito/299998.html