lunes, 13 de septiembre de 2010

Los seis vecinos de Cho Vito dejan tras doce días la huelga de hambre

El desespero, los engaños, atropellos y la forma de actuar de las administraciones durante más de cinco años y medio les llevaron a iniciar una huelga de hambre el pasado día uno; el compromiso de los gobiernos central, regional e insular de ampliar, del próximo día 20 al 30 de noviembre, la fecha para que desalojen sus casas y de que las actuaciones en las costas deberán estar consensuadas previamente por las instituciones les impulsaron a abandonar ayer esa huelga de hambre.

"Hemos avanzado mucho, hemos ganado mucho, hemos conseguido 70 días para trabajar y buscar una solución", manifestó el portavoz vecinal, Tomás González, quien sentenció que "no vamos a renunciar ni a mantener en pie las viviendas actuales ni a la reconstrucción de Cho Vito. No es imposible, creemos en ello y vamos a seguir trabajando".

Ya han evitado que el próximo día 20 se convirtiera en un 7 de octubre como el de 2008, cuando comenzó la demolición de 22 casas. Ahora quieren que el 30 de noviembre tampoco desaparezca ninguna de las construcciones existentes. Para ello, tienen claro que Cho Vito debe tener el reconocimiento etnográfico, arquitectónico y pintoresco, debiendo valorarse su antigüedad, integración en el litoral y finalidad social, tal y como recoge la modificación de las leyes de Ordenación del Territorio de Canarias sobre la declaración y ordenación de áreas urbanas en el litoral canario.

Tras el encuentro de las administraciones, los vecinos consideran que "las vías políticas y jurídicas están abiertas" para resolver el problema en Cho Vito, añadiendo que "se ha estado jugando" con el argumento de la existencia de una sentencia firme de demolición del poblado. A juicio de los afectados, "hay que pedir responsabilidad jurídica" y que "se abra la vía penal contra los responsables políticos y administrativos".

El gran ausente

La referencia constante en la rueda de prensa que ofrecieron los vecinos para anunciar que dejaban la huelga de hambre 11 días después de iniciarla fue el alcalde de Candelaria, José Gumersindo García, al que definieron como "el gran ausente" y al que reprocharon que estuviera en Madrid para "asistir a un curso, a una reunión de partido o a otra historia" pero no para "demostrar con hechos y no con palabras que nos defiende". Para ello debió estar en la reunión de las administraciones, pero no asistió. "El alcalde no está ahora en condiciones de decidir a quién o no se ayuda. Se ha convertido en un invitado de turno en la solución para Cho Vito", que ya tienen 7.000 firmas en su apoyo.

http://www.eldia.es/2010-09-12/sur/sur10.htm