miércoles, 20 de octubre de 2010

Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino

La hasta ahora consejera de Obras Públicas, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, se incorporará al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero como ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, en sustitución de Elena Espinosa. Aguilar ha pasado en año y medio de ser uno de los referentes históricos que tenía IU en España, alcaldesa del califato que fue de Julio Anguita, a formar parte de tres gabinetes socialistas. José Antonio Griñán la fichó en abril de 2009, tras la incorporación de Manuel Chaves al equipo de Rodríguez Zapatero, como consejera de Obras Públicas de la Junta de Andalucía, y un año más tarde la mantendría al frente de este departamento, aunque incorporándole las competencias de Vivienda y Ordenación del Territorio.
Licenciada en Derecho y militante del PCE desde 1974 —y hasta su incorporación al Gobierno de Griñán en 2009, que causó baja— sustituyó a Julio Anguita en el Parlamento de Andalucía, cuando éste dejó el escaño autonómico para pasar al Congreso tras las elecciones generales de 1989, donde fue portavoz adjunta del grupo parlamentario de IU e Izquierda per Catalunya, y encargada expresamente por el entonces coordinador de IU de los temas relativos al GAL.

Su fichaje estaba llamado a escenificar la ruptura que Griñán pretendía con la etapa anterior, a la que ponía fin Zapatero llevándose consigo al que hoy es tercer vicepresidente del Gobierno. Rosa Aguilar, avalada por una buena gestión y una buena imagen ante los ciudadanos como alcaldesa de Córdoba, representaba una bocanada de aire fresco en una administración viciada por tantos años como estuvo Manuel Chaves al frente de la Junta. Rosa Aguilar (Córdoba, 1957) ha venido dejándose querer por el PSOE, como muchos otros en IU antes que ella, desde hace ya bastantes meses.

Mientras fue alcaldesa de su ciudad natal, aunque mantuvo algunas diferencias de criterio con el resto de la dirección nacional de la coalición, mantuvo una actitud de lealtad hacia las siglas en las que había venido militando históricamente. Su marcha, obviamente, no sentó nada bien dentro de Izquierda Unida. El histórico dirigente de IU Julio Anguita aseguró que la credibilidad de Rosa Aguilar se había visto en entredicho tras su marcha con Griñán, y Gaspar Llamazares, entonces coordinador general de IU llegó a plantear su expulsión de la coalición.