lunes, 30 de enero de 2012

Gracias, Defensor del Pueblo (José Ortega Anduiza / Ingeniero Industrial)

El pasado 6 de noviembre el Defensor del Pueblo Español intervino ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo a las 11 horas y 31 minutos y manifestó refiriéndose a la Ley de Costas: "Es una situación legal (la Ley de Costas) aunque injusta para los ciudadanos …" . Luego manifestó que él no tiene capacidad para cambiar dicha ley pero que se dirigirá a los grupos parlamentarios de España instándoles a que lo hagan. Son tantos los problemas que sacuden a esta afligida España que es muy comprensible que el ciudadano español, abrumado por un exceso de cuestiones angustiosas que diariamente nos presentan los medios de comunicación no conozca de tal injusta ley más allá de lo que la propaganda del Estado quiere que conozca. Hay excepciones, entre las que se encuentran los afectados por tal Ley, y que tienen el apoyo de muchos parlamentarios que saben que es intolerable mantener una ley que actúa siguiendo los antiguos principios del viejo comunismo con un desprecio total a la propiedad privada. Quizá lo más vergonzoso sea la manera ruin de querer encubrir su perfidia, por supuesto, sin conseguirlo. España ya ha salido de los primeros años del siglo XXI. Es muchísimo lo que se ha escrito hasta el momento sobre la Ley de Costas y son muchas las denuncias presentadas ante los tribunales, tanto españoles como europeos y si este gobierno no actúa con ecuanimidad y justicia, se seguirá escribiendo y denunciando por los siglos de los siglos. Pienso que el principio de la Constitución Española es "todo para el pueblo y con el pueblo", a diferencia del Despotismo Ilustrado cuyo principio era "todo para el pueblo pero sin el pueblo".
Convertir una ley en legal, aunque se sepa que es injusta, es una de las mayores aberraciones existentes; si es injusta va contra el pueblo por mucho que la hayan aprobado "altas instancias de la magistratura". Las leyes injustas se pueden cambiar en cualquier momento dejando en entredicho a quienes las hicieron mal, tanto si fue con buena como con mala intención. La Constitución solo la debe cambiar el pueblo, aunque todos sabemos que hay excepciones con la que no todo el mundo está de acuerdo. Me viene a la memoria la ley de la II República Española por la que el gobierno podía soslayar la Constitución si ello era necesario para salvar la República. Cuando se leen estas cosas uno piensa que si para salvar la República hay situaciones en las que se puede y debe dejar a un lado la constitución, algo falla: o el articulado de su constitución no es correcto, bien por artículos deficientes, por falta de algunos imprescindibles o bien por exceso de los mismos, o el gobierno es incompetente. Debo recordar al hablar de la II República que no se aprobó la confiscación de las tierras cuando trataron de arreglar la distribución de las mismas. Hubo quienes sí propusieron la confiscación, personajes como Largo Caballero; afortunadamente no prosperaron sus sinrazones.

Quizá para terminar deba hacer un rápido recordatorio de lo que es la Ley de Costas. Propiedades legítimamente adquiridas y registradas en el Registro de la Propiedad, muchas veces adquiridas a Ayuntamientos, son expoliadas por el Gobierno mediante la siguiente maniobra legal: el gobierno se queda con la propiedad y a cambio da una concesión sobre la misma por 30 años gratis y otros 30 con un canon simbólico. Nada más otorgar la concesión expropia la tierra pagando un precio irrisorio, ya que lo que expropia es una simple concesión y no una propiedad. Cualquier construcción que haya en la propiedad es asfixiada para pasarla a un valor mínimo prohibiendo cualquier acción sobre la misma: no se puede pintar ni hacer cualquier otro trabajo de mantenimiento. Muchas de las casas tienen como legítimos propietarios a gente modesta que se ve avasallada y amedrentada por los "valientes" técnicos de costas que no vacilan en utilizar medios poco éticos para "convencer" a estos modestos propietarios de que ya no son dueños de lo que por derecho propio les pertenece porque la Constitución Española admite y protege la propiedad privada.

Algunos aplauden esta ley al amparo de ideas ecologistas olvidando que hay leyes de Espacios Protegidos que protegen el territorio español con total garantía. Pero también hay muchos ecologistas que piensan que la administración no siempre protege los espacios naturales sino que no duda en actuar sobre ellos cuando conviene a otros intereses. Muchos de los espacios que se han confiscado o se pretende confiscar estaban y están más cuidados y generando puestos de trabajo en manos de sus propietarios, propiedad que les fue otorgada legalmente y que deben conservar por encima de cualquier ley que pisotee la ética, la moral y la Constitución. Esperemos que el gobierno actual nos proteja de tantas injusticias y le propongo que llegue a conversaciones con los afectados a través de sus asociaciones y gremios, que no dudo le ayudarán a crear una ley justa que protegerá sobradamente los espacios naturales.