viernes, 16 de noviembre de 2012

Se repite la historia y Cho Vito revive la pesadilla de los derribos


Como si de una pesadilla reincidente se tratara, las imágenes que se están viendo este viernes en Chio Vito nos trasladan a los sucesos de 2008. Un fuerte dispositivo de las fuerzas del orden público, desalojos forzosos por parte de los numerosos agentes que sacan de sus casas a la fuerza a los vecinos atrincherados, el dolor inmenso de unos ciudadanos que teniendo sus papeles en regla ven cómo la Administración del Estado procede para derribar hoy mismo el barrio.

Con gritos de "abusadores" o "la casa del alcalde es igual de legal que la de los vecinos de Cho Vito", son muchos los ciudadanos que están protestando por este abusivo desalojo y que han manifestado en Radio San Boorndón que algunos de los agentes de la guardia civil han tenido actitudes provocativas que han desesperado a los vecinos.

Elba, una de las vecinas afectadas, sufrió varios desvanecimientos cuando los agentes la obligaron a salir de su vivienda, sin que hubiera ambulancias para atenderla. Una de las hermanas reclamó insistentemente a los agentes que la dejaran entrar a la zona para atenderla porque se encuentra muy mal.

José Fernando Gómez, concejal del PP en Candelaria, dijo que es indignante que Elba se encuentre mal y no acuda a Cho Vito una ambulancia y pidió que no se siga pisoteando de este modo a unos vecinos que solo defienden sus vidas y su patrimonio.

Tomás González dijo que a lo largo de estos años de lucha se ha constatado la dignidad de los vecinos como igualmente la indignidad de políticos y fuerzas del orden público, que han impedido la entrada de una ambulancia al poblado.

El portavoz de los vecinos dijo que serán los representantes políticos los que tendrán que justificar públicamente por qué no han enviado a sanitarios a este desalojo y exige a Paulino Rivero que dé orden para que vayan ambulancias a Cho Vito.

Una de las vecinas desalojadas se quejó de que ocho agentes la sacaron de su casa por la fuerza, hasta el punto de que tiene dañado un brazo y explicó que uno de los agentes, que se negó a identificarse, golpeó con la porra a una de sus hijas.

Diferentes ciudadanos que están apoyando a los vecinos reclaman que se actúe igualmente contra hoteles y chales de empresarios como Antonio Plasencia.
Inma Évora, presidenta de PAH Tenerife, rechaza este despojo a los vecinos a quienes les dejan sin derechos y con un futuro muy oscuro y pidió a la sociedad tinerfeña que acuda a Cho Vito a apoyar a unos vecinos que están viviendo una pesadilla tan brutal como es que les quitan sus casas legales y les dejan en la calle.

La imagen que se está viviendo en el poblado es repetitiva. Los agentes acuden a las viviendas con mazos en mano, rompen la puerta de acceso a la vivienda y sacan a los vecinos por la fuerza, algunos de ellos en volandas cogidos por varios de los guardias civiles, que no reprimen la fuerza de sus actuaciones.

Filiberto, uno de los vecinos, dijo que tras cuarenta años viviendo en Cho Vito, el alcalde hoy ha tenido la satisfacción de echar a los vecinios para hacer sus negocios. "Ahora me voy a vivir en una choza que me hecho en el pueblo" y añadió que le gustaría que la pesadilla que hoy están viviendo los vecinos la viva en sus carnes José Gumersindo García.
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