miércoles, 10 de agosto de 2016

La falta de arena reduce la playa y deja junto al mar unas viviendas en El Saler

Los vecinos alertan de que la regresión ha aumentado y pone en riesgo el muro que protege el paseo marítimo en otoño

«No han puesto ni una ducha». La situación de la playa de la Garrofera, en la Devesa de El Saler, es preocupante para los vecinos de la urbanización La Casbah, un total de 78 familias que observan cómo este verano ha bajado el nivel de arena y la orilla del mar se acerca cada vez más al muro de hormigón del paseo marítimo, junto a sus casas.
La asociación de vecinos envió el pasado 28 de julio una carta al Ayuntamiento para que interceda con el Ministerio de Medio Ambiente y se autoricen aportes de arena antes de la llegada de los temporales de otoño. El documento, al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, señala las últimas intervenciones de la Demarcación de Costas en la playa de la Malvarrosa y la gola de El Perellonet, que en ningún caso han beneficiado los vecinos de La Casbah.
La entidad atribuye la regresión de la playa a la ampliación del puerto. «Este fenómeno, pese a lo que pueda decir la Demarcación de Costas, es un hecho patente y reconocido no sólo desde otras entidades científicas sino del día al día de los valencianos», indican.
La cuestión, subrayaron fuentes vecinales, es qué pasará el próximo otoño ante la más que probable llegada de temporales. Cabe recordar que en 2012 embarrancaron dos mercantes una noche que el mar se complicó de tal manera que soltó las anclas de los buques.
La responsabilidad civil de las dos consignatarias permitió la reparación de todo los daños en la playa, donde la acción de las enormes hélices engulló toneladas de arena en apenas unos minutos.
La asociación de vecinos recuerda al alcalde Joan Ribó que el programa electoral de Compromís incluye en el apartado de medio ambiente la necesidad de obligar al puerto a que financie la regeneración de las playas situadas al norte y sur de la ciudad. «Es imposible la recuperación integral sin que también lo sea el ecosistema costero de este espacio protegido», añaden sobre el parque de la Albufera.
El pasado noviembre, el concejal de Devesa-Albufera, Sergi Campillo, anunció el compromiso de Costas a regenerar la playa de la Garrofera, aunque el tramo de La Casbah no ha recibido ningún aporte, precisan los vecinos.
«El pasado invierno, toda la red de saneamiento de la Devesa estuvo en serio riesgo de colapso debido a un importante riesgo de infiltración de agua de mar en la red de colectores. ¿Se imagina el Ayuntamiento el desastre ecológico que estuvo a punto de producirse?», preguntan.
El pasado año se demolió parte del polideportivo de El Saler. «La Demarcación de Costas ha cubierto dichos terrenos con gran cantidad de arena de la Malvarrosa y de la gola de El Perellonet», recuerdan, para añadir que «se dijo entonces que el tipo de grano de la arena no era adecuado para nuestra zona. Ese informe lo pedimos y no han querido entregarlo a la asociación».
Fuentes vecinales recordaron que mantienen un litigio con el Gobierno debido a la línea marítimo-terrestre, lo que afecta directamente a la propiedad de sus viviendas. «Cuando trajeron arena de la gola del Pujol se quedaron justo al lado de la escalera del paseo marítimo», comentaron.
En el escrito enviado a la alcaldía añaden sobre esto que «en el Plan de Gestión de Inundaciones de la Confederación del Júcar aprobado en enero se incluyeron medidas para paliar el efecto del cambio climático en la costa. En total, 28 iniciativas en la Comunitat Valenciana pero ninguna de ellas en la playa de la Garrofera ¿Por qué?».
También recuerdan los trabajos de la Red Natura 2000 de la Albufera, una gran inversión de fondos europeos para regenerar la zona respecto a la flora, fauna y humedales, pero afirman que «se han olvidado de una parte esencial del parque natural: la playa», para añadir el riesgo que supone una regresión del litoral, no sólo para la urbanización afectada sino también para la misma conservación de la Albufera durante las próximas décadas.
Costas S.A. lo sabe, lo va proclamando en los foros internacionales, pero en España calla y no hace nada.