sábado, 17 de septiembre de 2016

La erosión se agrava en la playa de El Saler por la falta de aporte de arena

Foto Las Provincias
La erosión de la playa de El Saler no es una amenaza, sino una realidad que sufren los vecinos de la zona de la Garrofera, los bloques de apartamentos próximos a la Devesa y la urbanización La Casbah situada en primera línea de mar. El fuerte oleaje y la ausencia de un aporte de arena ha causado un escalón en esta parte del litoral, entre el antiguo hotel Sidi Saler y la gola del Puchol, en pleno Parque Natural de la Albufera.
Los vecinos de La Casbah, que forman parte de la asociación de vecinos la Devesa, dieron ayer la voz de alarma para reclamar un aporte de arena urgente, la construcción de escolleras y la consolidación del pequeño paseo marítimo que protege sus viviendas de los temporales.
El temporal de esta semana que azotó la ciudad durante unas horas y produjo cuantiosos destrozos no fue tan grave en El Saler, aunque la aparición del escalón «lleva varios días y es un peligro para las personas mayores que vienen estos días a bañarse». La erosión ha ido a más por el empeoramiento del tiempo y el aumento de las corrientes.
En esta zona fue donde a finales de 2012 se produjo uno de los desastres ecológicos más graves ocurridos en El Saler, al embarrancar dos buques mercantes por una fuerte tormenta. La erosión fue tan grande que se modificó la línea de la costa, hasta que el Ministerio de Medio Ambiente repuso las dunas y la playa a su estado anterior con un aporte extraordinario de arena y la plantación de especies autóctonas del parque de la Albufera.
Fuentes de la entidad indicaron que mediante escritos a las distintas Administraciones Públicas y a la Autoridad Portuaria, desde que en 2010 finalizaron las obras de la última ampliación del puerto, se ha pedido la regeneración de esta parte del litoral.
Tanto los proyectos como la ejecución posterior corresponden a la Demarcación de Costas. Fuentes de la Delegación del Gobierno indicaron sobre la petición de los residentes que se está pendiente de un dragado de la gola del Puchol, una obra que hará el Ayuntamiento, para llevar toda la arena a la Garrofera. La asociación de vecinos sostiene que debe hacerse cargo de todas las actuaciones el Puerto, como «figura en la resolución del 30 de julio de 2007 por la que se formula la declaración de impacto ambiental de la ampliación norte». Aducen también la «legislación medioambiental española y comunitaria, basadas en el principio de que quien contamina paga». Sobre esto señalaron por último que confían en que el nuevo presidente de la Autoridad Portuaria, Aurelio Martínez «tenga la visión y el sentido común que ha adolecido su predecesor, que dejó olvidados en los cajones cientos de escritos de valencianos preocupados por esta situación».
Algo más al norte de la Garrofera se sitúa el antiguo polideportivo de El Saler, donde se trasladó arena de la Malvarrosa para construir cordones dunares. La finalización de este proyecto carece de plazos, en una zona donde ahora están esparcidas toneladas de algas de la playa de Pinedo, que se llevaron este verano para evitar su pudrición en el litoral y las quejas de los bañistas.
«Cuando el Ministerio quiere sí se regeneran las playas. Todos los años repara una gran parte de este litoral, pero en la Garrofera no se toma ninguna solución definitiva».
En opinión de la asociación de vecinos, no hay voluntad política para «frenar la erosión en las playas del parque natural pese al elevado valor que tienen y estar la zona cada vez más reconocida a nivel internacional e incluida el Parque Natural Red Natura 2000», además de reclamar la consolidación de las golas.