viernes, 28 de agosto de 2020

El colectivo “Salvem les platges al sur de Gandia” pide que se busquen soluciones definitivas

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La playa de Bellreguard prácticamente sin arena

Varios estudios realizados por el Servicio Cartográfico de Gandia y la Universidad Politécnica de Valencia, concluyen que la construcción del espigón del puerto de Gandia, desde sus inicios, ha causado un efecto barrera frenando las corrientes marinas que van de norte a sur, reteniendo y depositando  la arena en las playas al norte del espigón. El estudio del Servicio Cartográfico concluye que la playa de Gandia ha ganado al mar más de 230 metros por este fenómeno.

Es obvio que esa arena retenida no ha llegado a las playas del sur provocando el efecto contrario; erosión de sus playas, destrucción el cordón dunar que protegía de los temporales las viviendas y los campos de cultivo el siglo pasado. De ello se deduce que esa distancia de 230 metros la han perdido las playas al sur: Daimus, Guardamar de la Safor, Bellreguard, Miramar, Piles y Oliva.  

Son varias las  evidencias que confirman esta alteración del ciclo ecológico y el daño.  Solo en la playa de Bellreguard en los años 40, más de 30 viviendas protegidas por su paseo marítimo fueron engullidas por el mar. En los años 90 Demarcación de Costas destruyó y retranqueó un tramo de unos 350 metros del paseo marítimo y gran parte de la plaza de la Font. Este año una plaza y 360 metros cuadrados. En estos momentos hay zonas con menos de 3 metros de arena, llegando a cerrar zonas de playa y en el caso de Bellreguard durante todo el verano se ha  limitado la capacidad de personas, cerrando los accesos todos los días al no disponer de suficiente espacio para más sombrillas.

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El movimiento “Salvem les platges al sur de Gandia” afirman en un escrito que “Sin embargo en la otra cara de la moneda vemos como el propietario del puerto de Gandia, solo en 2018 ganó más de 33 millones de Euros. En la playa de Gandia al mantener excedentes de arena, en los años 50 se autorizó construir sobre las dunas 3 líneas de edificios y el actual paseo marítimo sobre la arena ganada al mar. De esta forma sus habitantes hoy disfrutan de una de las mejores playas de España, mientras que en las del sur se cierran por falta de arena  impidiendo a muchas familias  disfrutar de la playa”.

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La Playa de Gandia ha ganado metros de arena

Este colectivo no pretende que se destruya el espigón ni que se deteriore la playa de Gandia, “más bien –agregan- reconocemos que son un motor económico necesario para nuestra comarca, que hay que proteger para que continúen generando riqueza y puestos de trabajo, pero de forma justa, sin agravios y aplicando adecuadamente las leyes que lo regulan”. 

En el comunicado a la prensa dicen “No es admisible que la propia administración, como consecuencia de no exigir a sus empresas públicas (puerto de Gandia) cumplir con sus obligaciones medioambientales, se provoque la regresión de las playas y se aproveche para aplicar arbitrariamente la Ley de Costas y así justificar la apropiación, entendemos que indebida, del patrimonio y bienes de nuestros pueblos y vecinos, además de poner en peligro la vida de las personas por no proteger y restaurar las playas al estado original, tal como exige la Ley 26/2007 de Responsabilidad medioambiental”.

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En Guardamar control de temperatura y aforo
Desde “Salvem les platges al sur de Gandia” han promovido e impulsado la unión de todos los Ayuntamientos afectados para acumular fuerzas y pedir al Gobierno se comprometa a ejecutar soluciones definitivas. Ahora que todos han decidido unirse dejando a un lado los colores políticos, les pedimos mayor implicación y el compromiso para luchar por unos derechos que hasta ahora nos han sido negados  e incluso pisoteados”.
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Sin duda Bellreguard es la playa más afectada
A los ministerios implicados les piden responsabilidad, que es la obligación, moral o legal, de aceptar las consecuencias de un hecho evidente. “Aquel que ha cometido el daño, debe intentar dar el paso con honestidad. Todos han de tomar conciencia de los errores y asumir con humildad la situación. Sin demora se ha de trazar un plan de actuación que ponga de forma inminente un proyecto viable, con presupuestos aprobados y fechas de ejecución. Solo de esta manera se respetarán los derechos humanos y se protegerá nuestro hábitat en todos sus aspectos”.