domingo, 7 de abril de 2013

El calentamiento global nos trae sequía, digo inundaciones

¿Pero no se iba a convertir la mitad sur de la Península Ibérica en un desierto? ¡Cachis la mar salada! 
En Semana Santa he visto a los ríos Duero y Arlanza a su paso por la provincia de Burgos desbordados. Otros muchos ríos, desde el Ebro (foto de la izquierda) al Pisuerga (foto inferior), también se han salido de sus cauces y han anegado tierras y pueblos. Nos habían asegurado los pelmas de Greenpeace, Ecologistas en Acción y Llorones Subvencionados que en unos pocos años el desierto se habría instalado en Madrid, Zaragoza y la mitad o más de la Península Ibérica. Y ya veis que de eso nada. En cuanto se deja en paz a la naturaleza, ésta soluciona los desastres y las obras humanas.
El recién acabado mes de marzo de 2013 ha sido el más lluvioso desde 1947. En todo el mes han caído 150 litros por metro cuadrado en España. El anterior récord de precipitaciones se produjo en el año 1947 cuando cayeron 147 litros por metros cuadrado.
El meteorólogo Antonio Uriarte, prácticamente el único del gremio que se atreve a poner en solfa la seudociencia del calentamiento global, amplía la humedad del año meteorológico:
Este año es de abundancia. En los primeros seis meses del año hidrológico —desde el 1 de Septiembre— en casi toda España ha llovido muy por encima de la media. Ha sido un año rico en nieves y generoso en lluvias primaverales. Un rosario de borrascas atlánticas nos atraviesa en estas semanas. Los pantanos están rebosantes. Algunos quizás demasiado.
Lo indignante es que los funcionarios del antiguo Instituto Meteorológico Nacional, que sigue conservando el nombre que le impuso el zapaterismo de Agencia Estatal, aseguraron que este invierno iba a ser normal.
La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha anunciado hoy que se espera un invierno 2012-13 normal tanto en cuanto temperaturas como a precipitaciones, después de un 2012 que acabará seco, con un 20% menos precipitaciones, y ligeramente más cálido, con una media de 0,2 grados más.
¿Y estos meteorólogos pretenden saber cuántos grados y cuantos centímetros habrán subido las temperaturas y los océanos, respectivamente, antes de fin de siglo?
El Gobierno del PP también mantiene la Oficina Española del Cambio Climático, nido de enchufes y foco de ideología progre.
A lo que se debería dedicar el dinero que cuesta esa Oficina es a planear el aprovechamiento del agua que el cielo nos regala, como lluvia y nieve, para los años de sequía.
MALAS NOTICIAS PARA LOS CALENTÓLOGOS
No las veréis en ningún medio de comunicación de kalidá ni independiente ni de las JONS.
-¿Se deshiela el Ártico? Sí, en marzo había menos hielo, pero en la Antártida la superficie de de hielo doblaba la habitual, con lo que la suma total del área de hielo marino del hemisferio sur y del hemisferio norte supera la media del período de referencia 1979-2008.
La "heroína del medio ambiente", ahora consejera del Consejo de Seguridad Nuclear (todo sea por la pasta), equivocó sus pronósticos en 2007 con respecto a la desertificación para meternos el miedo en el cuerpo de que si nos duchábamos más de una vez al día eramos los responsables de acabar siendo parte del desierto del Sahara. 
Narbona recomienda "acostumbrarse" a que la sequía sea "más frecuente" en España debido al calentamiento global

Claro que por entonces, el negocio consistía en atraer fondos europeos para evitar la desertificación y para las desaladoras (no funciona ninguna de las que hizo). ¿Dónde han ido a parar los millones de euros invertidos en evitar supuesta desertificación de España?
Actualmente se ha decidido que, en vez de pedir cuentas a estos impresentables adivinos, van continuar la senda marcada por ellos que tan buenos resultados y millones de euros han reportado. Esta vez se trata de la subida del nivel del mar,  no demostrada aún y que, es seguro,  traerá pingües beneficios a unos pocos y la ruina de la mayoría. Ya han empezado por la modificación de la Ley de Costas al introducir la excusa del cambio climático para imponer una "contribución especial" para protegernos de él. 
Suena a Chicago de los años 20.