jueves, 23 de julio de 2020

Los municipios del litoral sur exigen a Costas una solución a la regresión de sus playas

Los ediles durante la reunión. LP/
Los ediles durante la reunión. LP

Miramar, Piles, Daimús y Bellreguard aseguran que la ubicación del puerto de Gandia les ha hecho perder metros de arena

Daimús. «Necesitamos una solución definitiva, no nos valen ya más parches, porque al final nos vamos a quedar sin playas». Los municipios del litoral de la zona sur de la Safor lo tienen claro, Costas debe dar con la tecla para que no perder más metros de arena en sus playas.
Por ello los municipios de Miramar, Piles, Bellreguard i Daimús quieren solicitar una reunión «cuanto antes» con la Dirección General de la Costa «para encontrar una solución». Lo harán de forma conjunta, «si lo hacemos así, puede que tenga más fuerza nuestra petición». Y es que el problema en el litoral de estos municipios viene de largo, «hace años que nuestras playas pierden metro y por mucho que temporada tras temporada se depositen toneladas de arena, el mar se los vuelve a tragar con cada temporal», alegan.
Según comentó ayer el alcalde de Daimús, Javier Planes, durante la reunión se nos explicó que el puerto de Gandia ha hecho que su playa crezca cerca de unos 250 metros lineales. El recinto portuario impide que toda esa arena pase a nuestras playas».
Aclara el edil que el puerto de la capital de la Safor, «es una infraestructura muy importante para la economía de toda nuestra comarca, pero no quiere decir que nosotros tengamos que perder metros de playa. Hay que buscar una alternativa para que el puerto no nos debilite tanto». En el caso de Daimús, matizó el alcalde, «son muchos los metros de playa que se han perdido a lo largo de los años, de hecho, hace unas décadas contábamos con más de medio centenar de metros, y se ha ido reduciendo drásticamente».
Apuntó el edil que los aportes de arena, «de nada sirven si no se toman otras medidas, porque cuestan un dineral y con un temporal como 'Gloria' volvemos a perder todos los metros recuperados».
Planes remarcó también la importante de contar con suficientes metros de playa, «para que los fuertes oleajes no destrocen nuestra costa. Ya lo vimos con el que tuvo lugar a principios de año».
Con esta reunión entre los diferentes alcaldes, «se ha hecho patente la unión de todos los pueblos frente a un problema de todos, y la necesidad urgente que tenemos de conseguir una solución real que llevamos muchos años buscando», señaló, por su parte, la alcaldesa de Miramar, Pilar Peiró.
Según la munícipe, su ayuntamiento «lleva años detrás de una solución que pueda parar la regresión de nuestra playa. Un espacio natural que con los años, y diferentes problemáticas, algunas debidas a la acción del hombre, otras a consecuencia de los temporales y el cambio climático; está desapareciendo».

lunes, 6 de julio de 2020

La regeneración de El Saler se estanca pese a la grave erosión de este año

Otro ejemplo más de la dejación de las administraciones que conlleva grave pelidro para las personas y sus bienes.
Dunas destrozadas por las tormentas en la playa de la Garrofera. /JESÚS SIGNES
Dunas destrozadas por las tormentas en la playa de la Garrofera. / JESÚS SIGNES

El Ministerio todavía no ha contestado las alegaciones del plan para invertir 28 millones pese a que han pasado once meses de su exposición

El 16 de agosto de 2019 acabó el plazo de presentación de alegaciones para la evaluación ambiental del proyecto de regeneración de las playas de El Saler y la Garrofera, con una inversión de 28,5 millones y el propósito de recuperar una parte del litoral de Valencia fuertemente dañado por la erosión. Un año después, todavía no han sido contestadas y siguen los trámites.
Así aparece en la respuesta del Ministerio de Transición Ecológica al senador de Compromís Carles Mulet, donde se señala que en la actualidad "se están analizando las alegaciones presentadas, para continuar con su tramitación ambiental". Una vez concluido este proceso favorablemente, en su caso, y el "correspondiente a la zona de préstamo de arenas, dependiendo de las disponibilidades presupuestarias se procederá a su licitación y posterior ejecución".
Es decir, que el Gobierno no ofrece una garantía segura de que vayan a desarrollarse las obras, al depender de que cuando suceda haya presupuesto para sacar a concurso las obras. "Seguramente cuando empiecen ya no quedará playa", indicó ayer la presidenta de la asociación de vecinos de la Devesa, Ana Gradolí, quien se lamentó de que las playas de la Albufera "en realidad no le importan a ninguno de los que deben decidir por ellas. Hablan mucho de que El Saler es la joya de Valencia, pero cada vez está peor".
El senador Mulet recordó en su pregunta que la Demarcación de Costas de Valencia sometió el pasado verano a exposición pública el proyecto. Se trata de una intervención con la que pretende ganar hasta 70 metros de ancho de playas a lo largo de un tramo longitudinal de costa de siete kilómetros. El plan es dragar un yacimiento submarino de arenas finas de 26 kilómetros cuadrados a una profundidad de entre 60 y 80 metros para transportar 2,9 millones de metros cúbicos con cántaras y tuberías y distribuirlas a lo largo del litoral mediante retroexcavadoras y palas cargadoras a fin de obtener el avance de playa diseñado.
Esa es la síntesis de una iniciativa que no acaba de cuajar. Fuentes de la asociación de vecinos de la Casbah, una zona residencial situada en primera línea de playa, recordaron que se han producido "tres tormentas en los últimos meses, la última la DANA llamada 'Gloria', que han destrozado las dunas por completo".
Ese es el aspecto que se encuentran los bañistas a diario. Los residentes recordaron que también hay actuaciones pendientes en otras zonas del litoral. "Ahora, la preocupación máxima son los nidos del chorlitejo", ironizaron sobre los argumentos que suelen dar el Ayuntamiento y la Generalitat para no emprender mejoras urgentes.
"La realidad es que ese pájaro, protegido al igual que muchos otros en la Albufera, no tendrá ningún sitio donde poner los huevos porque las dunas están desapareciendo". Por esa razón, reclamaron que el Gobierno decrete las obras de regeneración "como de urgencia, hay que abreviar trámites porque la situación es complicada desde hace mucho tiempo, más de lo que la gente se cree". De cara al próximo otoño, avisaron, los destrozos en caso de fuertes temporales "pueden ser definitivos y acabar con las playas más bonitas de Valencia, por las que desgraciadamente no se ha hecho nada".
Una vez que quedó claro que la ampliación del puerto tiene mucho que ver con la regresión de las playas de la Albufera, recuerdan desde la asociación de vecinos, la Autoridad Portuaria se ofreció a financiar obras de regeneración por valor de seis millones de euros. "Son mil millones de las antiguas pesetas, para que la gente tenga una idea de todo lo que se puede hacer con ese dinero, y no tenemos constancia de que se haya gastado", indicaron desde la entidad.
Es un caso más de lo que consideran "dejadez absoluta", citando también la recuperación de los terrenos del antiguo polideportivo municipal. "Todavía queda mucho por hacer, dicen que es un lugar de acopio, pero en realidad es un vertedero y no es como debería estar", finalizaron.

La Plataforma SALVEM LA PLATJA DE BELLREGUARD denuncian la dejación de las administraciones

Foto cedida por la Plataforma
A pesar de las múltiples Directivas europeas de protección ambiental, que son de obligado cumplimiento para todos los estados miembros de la UE. A pesar de que a todas las administraciones se les llena la boca hablando del medio ambiente, la realidad es que la costa española, en especial la levantina, ha quedado destruida tras los temporales del año pasado. Pero no porque los temporales fueran extraordinarios, que si lo fueron, sino porque la costa española está repleta de puertos que impiden el movimiento de los áridos hacia el sur del mismo, llevando las playas a retrocesos nunca conocidos e incumpliendo los compromisos adquiridos en los informes de impacto ambiental dejan que el mar avance hacia las poblaciones poniendo en peligro a las personas y sus bienes. Y mientras... todas las administraciones mirando para otro lado, como si no estuvieran todas ellas obligadas, no solo a cumplir con sus obligaciones legales, sino a proteger a la población.

Por si lo que está ocurriendo actualmente fuera poco, se ha dado luz verde a la ampliación del puerto de Gandía que tanto daño ha hecho a las playas del sur, en vez de obligar a reparar el daño ocasionado aplicando el principio europeo de que QUIEN CONTAMINA PAGA.

Lo que está ocurriendo en Bellreguard, solo tiene un nombre: DELITO AMBIENTAL y la Fiscalía debería actuar de oficio.