JESÚS SIGNESEl Ministerio todavía no ha contestado las alegaciones del plan para invertir 28 millones pese a que han pasado once meses de su exposición
El 16 de agosto de 2019 acabó el plazo de presentación de alegaciones para la evaluación ambiental del proyecto de regeneración de las playas de El Saler y la Garrofera, con una inversión de 28,5 millones y el propósito de recuperar una parte del litoral de Valencia fuertemente dañado por la erosión. Un año después, todavía no han sido contestadas y siguen los trámites.
Así aparece en la respuesta del Ministerio de Transición Ecológica al senador de Compromís Carles Mulet, donde se señala que en la actualidad "se están analizando las alegaciones presentadas, para continuar con su tramitación ambiental". Una vez concluido este proceso favorablemente, en su caso, y el "correspondiente a la zona de préstamo de arenas, dependiendo de las disponibilidades presupuestarias se procederá a su licitación y posterior ejecución".
Es decir, que el Gobierno no ofrece una garantía segura de que vayan a desarrollarse las obras, al depender de que cuando suceda haya presupuesto para sacar a concurso las obras. "Seguramente cuando empiecen ya no quedará playa", indicó ayer la presidenta de la asociación de vecinos de la Devesa, Ana Gradolí, quien se lamentó de que las playas de la Albufera "en realidad no le importan a ninguno de los que deben decidir por ellas. Hablan mucho de que El Saler es la joya de Valencia, pero cada vez está peor".
El senador Mulet recordó en su pregunta que la Demarcación de Costas de Valencia sometió el pasado verano a exposición pública el proyecto. Se trata de una intervención con la que pretende ganar hasta 70 metros de ancho de playas a lo largo de un tramo longitudinal de costa de siete kilómetros. El plan es dragar un yacimiento submarino de arenas finas de 26 kilómetros cuadrados a una profundidad de entre 60 y 80 metros para transportar 2,9 millones de metros cúbicos con cántaras y tuberías y distribuirlas a lo largo del litoral mediante retroexcavadoras y palas cargadoras a fin de obtener el avance de playa diseñado.
Esa es la síntesis de una iniciativa que no acaba de cuajar. Fuentes de la asociación de vecinos de la Casbah, una zona residencial situada en primera línea de playa, recordaron que se han producido "tres tormentas en los últimos meses, la última la DANA llamada 'Gloria', que han destrozado las dunas por completo".
Ese es el aspecto que se encuentran los bañistas a diario. Los residentes recordaron que también hay actuaciones pendientes en otras zonas del litoral. "Ahora, la preocupación máxima son los nidos del chorlitejo", ironizaron sobre los argumentos que suelen dar el Ayuntamiento y la Generalitat para no emprender mejoras urgentes.
"La realidad es que ese pájaro, protegido al igual que muchos otros en la Albufera, no tendrá ningún sitio donde poner los huevos porque las dunas están desapareciendo". Por esa razón, reclamaron que el Gobierno decrete las obras de regeneración "como de urgencia, hay que abreviar trámites porque la situación es complicada desde hace mucho tiempo, más de lo que la gente se cree". De cara al próximo otoño, avisaron, los destrozos en caso de fuertes temporales "pueden ser definitivos y acabar con las playas más bonitas de Valencia, por las que desgraciadamente no se ha hecho nada".
Una vez que quedó claro que la ampliación del puerto tiene mucho que ver con la regresión de las playas de la Albufera, recuerdan desde la asociación de vecinos, la Autoridad Portuaria se ofreció a financiar obras de regeneración por valor de seis millones de euros. "Son mil millones de las antiguas pesetas, para que la gente tenga una idea de todo lo que se puede hacer con ese dinero, y no tenemos constancia de que se haya gastado", indicaron desde la entidad.
Es un caso más de lo que consideran "dejadez absoluta", citando también la recuperación de los terrenos del antiguo polideportivo municipal. "Todavía queda mucho por hacer, dicen que es un lugar de acopio, pero en realidad es un vertedero y no es como debería estar", finalizaron.
|