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Un dique artificial de 14 kilómetros de longitud, 27 metros de anchura y más de dos metros de altura protegerá los terrenos que conforman el perímetro interior de la bahía de Els Alfacs, una de las primeras zonas del delta del Ebro que empezará a inundarse con el ascenso del nivel del mar previsto como consecuencia del cambio climático. Se trata de un proyecto de 16,2 millones de euros que el Ministerio de Medio Ambiente impulsa para frenar los problemas de inundaciones que afectan desde hace años al margen septentrional de esta bahía.
El dique tiene un doble objetivo: en primer lugar, evitar que se cumpla ese pronóstico y, en segundo, «hacer compatible la vertiente medioambiental con la necesidad de desarrollar turística y económicamente el delta», remarcó ayer la subdelegada del Gobierno en Tarragona, Teresa Pallarés
