El propietario de una vivienda de la Casbah que ha conseguido que el Tribunal Supremo siembre al menos dudas sobre los deslindes de El Saler ha pedido al Ayuntamiento de Valencia que negocie con el Ministerio de Medio Ambiente una solución para las construcciones que han quedado dentro del espacio público marítimo terrestre. Aunque está convencido de que puede ganar el litigio en los tribunales, recuerda que sólo en el Supremo hay una maraña judicial con nueve recursos pendientes.
El portavoz de la mercantil Miratres S. L., propietaria de una vivienda en Casbah, cree que el Tribunal Supremo no ha entrado en el fondo de la cuestión al devolver el caso a la Audiencia Nacional para que decida si los 3.900 metros de costa que van desde el Camino de la Rambla hasta la Gola de Pujol protegen realmente un cordón dunar o se han excedido protegiendo "depósitos de materiales sueltos". "Aquí el problema es la retroactividad con la que se ha aplicado la Ley de Costas de 2008, algo en lo que no ha entrado el Supremo", dijo.
Este propietario recuerda que la Casbah, donde hay 79 viviendas, cumple todos los requisitos de la ley de 1969, que era la vigente cuando se construyó. Ha sido bendecida, así mismo, por un deslinde realizado posteriormente que no se aplicó y cuenta con todos los informes favorables. "Pero vino Narbona -ministra de Medio Ambiente con el Gobierno socialista- y lo alteró todo", creando una nueva ley y trazando unos deslindes que en la práctica son una aplicación retroactiva de la misma.
Sobre este asunto incluso la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo les ha dado la razón a los propietarios, dice la fuente, que lamenta que el Supremo no haya valorado este problema de "inseguridad jurídica".
Es por ello por lo que este propietario está convencido de que el pleito con el Gobierno terminarán ganándolo, "si no en el Supremo en el Tribunal de Estrasburgo", porque "la razón tiene mucha fuerza".
El proceso judicial, sin embargo, es muy farragoso, con pleitos en distintas instancias y al menos 9 recursos sólo en Tribunal Supremo.
Para salir de esa maraña, este propietario contempla también la posibilidad de que el Ayuntamiento, que "ya llegó a un acuerdo para el otro tramo deslindado entre la Gola de Pujol y el Perellonet", haga lo mismo en este caso. "La calle Gola de Pujol es tan de Valencia como la calle Colón y el ayuntamiento tiene la misma responsabilidad de defenderla".