- Los residentes denuncian que el edificio viola la Ley de Costas y que las obras se están ejecutando en pleno verano, incumpliendo la normativa municipal
- Aseguran que en la parcela sólo había edificabilidad para un inmueble de 7 alturas, pero que el promotor pudo aumentarla comprando un suelo anexo «unido con un hilo de tierra de dos metros»
- El modelo urbanístico del municipio, de nuevo a debate
La controversia por la decisión del gobierno de Calp (PP e independientes) de regresar a los gigantes del hormigón en primera línea de costa se agrava. La comunidad de vecinos del edificio Las Olas, que engloba a unos cien propietarios, ha anunciado un calendario de movilizaciones contra la torre Infinium, cuyos veinte pisos de altitud ya se están construyendo apuntando directamente al cielo calpino. Es el segundo gran edificio que se eleva en los últimos tiempos, después del hotel de 30 plantas que también ha alterado la fachada marítima del municipio.
Los vecinos afectados creen que la torre de marras no debería estar allí. Muy cerca de sus casas. «Un bloque de 50 metros a 6 metros de nuestra fachada», lo que da idea, según entienden, de la multiplicación de la densidad urbanística en la zona tal y como plasman en los fotomontajes que acompañan a este artículo.
Por ese motivo, la comunidad subraya que «hemos peleado lo indecible para que [la torre] no se construya, denunciando una licencia concedida sin ni siquiera tener el visado del colegio de arquitectos correspondiente». Con esta última actuación, los residentes lograron parar las obras, pero sólo por unos días. Después, entre excavadoras y perforadoras, los trabajos han continuado sin ni siquiera «atender la normativa municipal de no utilizar maquinaria pesada en los meses de verano, entre el 1 de julio y el 15 de septiembre», añaden.
Por el momento, la batalla que han librado los vecinos no ha dado resultado. Y eso que han mantenido entrevistas con la edil de Urbanismo, enviado carta al alcalde y denunciado los hechos ante la Policía Local. Pero aún así van a continuar en la brecha. «Pensamos movilizarnos, empapelar nuestro edificio con carteles para denunciar esta situación y acudir a los estamentos implicados para evitar estos atropellos». De hecho, ya han comunicado la situación al Síndic de Greugues, organismo del que esperan respuesta. Y han buscado el apoyo de las fuerzas de la oposición.