Los vecinos denunciaron la extracción de arena en la parte de Marchamalo cercana al Mar Menor, contra el criterio científico, y la Consejería lo acreditó
La polémica por el dragado del canal de Marchamalo para usar sus arenas en la regeneración de las playas del Mar Menor ha derivado en un conflicto abierto entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Comunidad Autónoma. A solo una semana de que acabe el plazo para finalizar las obras urgentes de recuperación de las zonas de baño en la laguna, y en medio de la presión de ayuntamientos y de organizaciones empresariales como COEC para rellenar las playas antes de Semana Santa, la Demarcación de Costas retomó ayer por la mañana la extracción de material en la gola de Marchamalo.
Los trabajos, acometidos por una de las empresas contratadas por el citado organismo estatal, sorprendieron a la federación de asociaciones de vecinos de cartagena, uno de los colectivos integrantes del Pacto por el Mar Menor. Esa agrupación contactó de inmediato con la Consejería de Medio Ambiente para exigir la inmediata interrupción de las obras y cumplir así el acuerdo alcanzado por las administraciones central, regional y local el viernes pasado, que establecía no dragar más el canal y limitarse a llevar a las playas la arena ya extraída desde febrero.
Los vecinos denunciaron la presencia de dos retroexcavadoras en la gola y varios camiones que trasladaban el material a los Nietos y otras playas de la zona sur de la laguna, en el municipio de Cartagena, así como a Los Alcázares.
La decisión de paralizar los trabajos se adoptó el viernes de la semana pasada por la recomendación de los técnicos de la Comunidad y el catedrático de Ecología de la UMU y portavoz del Comité Científico Asesor del Mar Menor, Ángel Pérez-Ruzafa, para no causar problemas de turbidez en el agua tras el aumento de la temperatura del agua.
El jefe de la Demarcación de Costas, Andrés Martínez, aseguró a este diario que no se estaban realizando más excavaciones en la gola, sino que los trabajos se estaban limitando a llevar a las playas la arena ya amontonada a lo largo de las últimas semanas.
Sin embargo, una portavoz de la Consejería que dirige Adela Martínez-Cachá confirmó a 'La Verdad' que técnicos de la Administración regional integrados en la Oisma (Oficina de Impulso Socioeconómico del Medio Ambiente) constataron la existencia del dragado y que los trabajos fueron interrumpidos por la tarde.
Presión local y empresarial
La federación vecinal también comunicó la reanudación de las obras a la Guardia Civil (que ya se personó en la zona anteayer) y al fiscal superior de la Región, José Luis Díaz Manzanera. Este investiga la posible toxicidad de las arenas y el consiguiente riesgo para la salud y el medio ambiente. Las obras cuestan varios millones de euros y fueron adjudicadas a Ferrovial, Acciona y Avance.
Hace solo ocho días, Costas renunció a completar su proyecto de dragado de la gola, durante un encuentro con representantes la Comunidad, de los cuatro ayuntamientos ribereños (Cartagena, San Javier, Los Alcázares y San Pedro del Pinatar). Previamente, la Comunidad cambió de opinión respecto a ocho días antes, cuando habló de no hacer más dragados pero no forzó a interrumpir el ya iniciado con vistas a la temporada turística.
La alternativa anunciada por Costas fue dar prioridad a las playas de núcleos urbanos y emplear tractores para remontar las arenas sumergidas desde la orilla de la playa hasta 50 metros mar adentro, y traer también material de canteras de Torrevieja (Alicante) y Sucina. Al final, la opción de los tractores se limitó a la zona de Los Alcázares. Costas, que no ha obtenido el permiso regional para dragar la gola del Estacio, al norte de La Manga, aún confía en tener el permiso de la Comunidad para dragar el club náutico alcazareño.