Clamor en Castelló contra la política de Costas por la "falta de diálogo" con la sociedad
Exigir soluciones dialogadas al Gobierno ante la regresión del litoral y una reforma de la actual legislación «que responda a las exigencias y sensibilidades de los territorios» fue el objetivo de la concentración convocada este sábado por el movimiento Somos Mediterránea en la plaza María Agustina de Castelló, frente a la Subdelegación.
Vecinos de localidades como Nules, Almassora, Moncofa, Orpesa o Cabanes, así como representantes políticos se sumaron a la protesta que pretendía reclamar acción a la administración central ante la erosión de «casi un 70% del litoral mediterráneo». A la práctica, los municipios padecen inundaciones y destrozos con cada temporal o tienen viviendas bajo amenaza de derribo.
Por ejemplo, la portavoz de la plataforma Morro de Gos de Orpesa --entidad adherida al movimiento--, Elena Sánchez, demandó «más actuaciones a Costas para evitar el avance del mar y la destrucción de viviendas y negocios a pie de playa», así como «la modificación de la Ley de Costas, la anulación del reglamento aprobado en agosto pasado y la regeneración de las playas, un trabajo que no se está realizando». «Tienen que hacer algo», sentenció.
Allí estuvieron presentes diferentes alcaldes y miembros del PP, entre ellos la presidenta provincial, Marta Barrachina, quien defendió que «frente a reglamentos intrusivos como los aprobados por el PSOE y planes estratégicos que solo apuestan por abandonar a su suerte las costas, hay otra forma de gestionar».
Respeto o inacción
Mientras, desde Ciudadanos asistieron el candidato a la alcaldía de Castelló, Eduardo del Pozo, y la primera edila de Orpesa, Araceli de Moya, quien declaró que «la regresión de las playas es evidente, pero también la inacción del Gobierno, que confunde, deliberadamente, respeto por el medioambiente con no hacer nada».
La estampa se repitió en otras ciudades de la Comunitat Valenciana, como Alicante o València. En esta última el presidente del PPCV, Carlos Mazón, exigió «paralizar los desmanes de la ley de costas que se cargan nuestras playas y nuestro desarrollo». Otra de los motivos de la protesta, que no resulta la primera, fue denunciar la «falta de diálogo con la sociedad civil» por parte del ejecutivo central en materia de las políticas sobre el litoral: «Ante la mano tendida para el diálogo y la profunda repercusión de esta inédita unidad que representa Somos Mediterránea, no se han producido cambios, siquiera contactos con la sociedad», señalaron.