Los afectados hablan de cláusulas «confiscatorias, abusivas e injustas» al quedar la urbanización de La Casbah en precario ante un posible rescate
No ha gustado nada en la urbanización la Casbah de El Saler la carta enviada por la Demarcación de Costas, donde se informa a los propietarios de las 78 viviendas de las condiciones de las concesiones que ofrece el Gobierno, trece años después de que se produjera el deslinde de la línea marítimo-terrestre.
Fuentes de los afectados señalaron que las cláusulas incluidas en la concesión son «confiscatorias, abusivas e injustas», sin ningún tipo de ambigüedad, por lo que vaticinan que el asunto terminará en los tribunales. Uno de los aspectos que más ha molestado es que a lo largo de la concesión, en caso de que la Administración pública lo considere, puede adelantar el rescate de los solares sin ningún coste.
«Si los terrenos de dominio público objeto de la concesión fuesen necesarios, total o parcialmente, para la realización de actividades o de obras declaradas de utilidad pública, la Administración podrá proceder al rescate antes de su vencimiento», se indica en la carta recibida por uno de los afectados.
Es más, apuntan, los 30 años de concesión empiezan a contar en diciembre de 2007, cuando finalizó el proceso de deslinde, por lo que se ha consumido ya buena parte. «Hay vecinos que no dan crédito y algunos han entrado en depresión», aseguran desde la Casbah.
Esta urbanización se encuentra en primera línea de playa debido a la regresión del litoral y en los meses de temporales, es frecuente que el oleaje golpee el pequeño paseo peatonal que separa la arena de las fachadas de las viviendas. En uno de estos episodios se produjo el hundimiento de parte del suelo, cuya reparación asumió el Ayuntamiento como una calle más, al margen del conflicto abierto años atrás por el polémico deslinde.
Estos 14 años se han producido varios escritos, aunque ahora es cuando se produce la comunicación de una concesión, anterior a la modificación del reglamento que provocó hace escasas fechas protestas en varios municipios del litoral, de vecinos críticos con las nuevas concesiones, especialmente los plazos de concesión en todos los casos.
Junto a la urbanización se encuentra el antiguo hotel Sidi Saler, que saltó a la actualidad a principios de este mes al declarar caducada el Ayuntamiento la licencia ambiental, con lo que se da carpetazo de momento a la pretensión de los concesionarios de reabrir el establecimiento de lujo tras una reforma. Declarado fuera de ordenación sustantiva, el Consistorio tan sólo concederá permiso para la conservación del inmueble, insuficientes para ponerlo otra vez en servicio.
Los representantes legales de la empresa presentaron alegaciones, desestimadas con los argumentos citados. Ahora falta precisamente que el Ministerio de Transición Ecológica se pronuncie acerca de la concesión, en prórroga para tramitar una licencia que no han logrado.
Fuentes vecinales indicaron que la playa está en regresión desde hace años, por lo que demandan la construcción de arrecifes y escolleras que consigan retener la arena. Por el contrario, la Demarcación de Costas tiene en marcha un proyecto de extracción de arena de un banco situado en alta mar, a la altura de las costas de Cullera.
Este material debe servir para regenerar esta playa, además de otras de la Comunitat. El propósito es que la línea de litoral regrese a la que había en 1965, por lo que en esta situación el antiguo hotel quedaría más alejado de la orilla. En este contexto, los vecinos defienden que el edificio se mantenga para una residencia de mayores.
La medida ha sido desestimada por el gobierno municipal, al considerar que la actual situación urbanística impide cualquier reforma, sea la actividad que sea, por lo que propugna que la concesión sea anulada y el complejo hotelero derribado a cargo del Gobierno, con el fin de regenerar también esas parcelas con cordones dunares, zonas de picnic e itinerarios peatonales.