El autor de la demanda, Martín Vicente Llavador, presentó en 1994 un litigio contra un cambio en las normas de planeamiento de Bocairent promovidas por el ayuntamiento y aprobadas por la Conselleria de Urbanismo del Gobierno valenciano, que afectaba de lleno a su propiedad. En concreto, el ayuntamiento modificó el planeamiento urbanístico para cambiar de urbano a no urbanizable de Protección Especial unos terrenos, de 350.000 m2 de superficie, propiedad de la familia del recurrente en el entorno de la Serra Mariola y sobre los que pretendía levantar una urbanización: "Desclasificaron mis parcelas diciendo que había demasiado suelo urbano y luego recalificaron otros de Protección Especial para hacer un camping, entonces propiedad de la esposa del arquitecto municipal y de dos concejales", según explicó ayer Martín Llavador a Levante-EMV tras conocer el fallo de Estrasburgo.
Agotada la vía administrativa, Llavador presentó un recurso contencioso-administrativo, que fue parcialmente admitido en marzo de 1997 por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana. No contento con el fallo del TSJ-CV, recurrió en casación ante el Supremo, que admitió el recurso en febrero de 1998 y "apremió a la otra parte [la conselleria y el ayuntamiento] a que compareciera en un plazo de 30 días para poder oponerse a la apelación". Casi 4 años después, en una sentencia de 18 noviembre de 2002, el Tribunal Supremo rechazó el recurso por "falta de datos en el escrito de presentación", según la resolución.
Tumbado en el Constitucional
Pero el periplo judicial de este empresario de Bocairent continuó en el Tribunal Constitucional, donde en una estrecha votación de tres a dos, se resolvió dar por buena la decisión del Supremo. En un voto particular, uno de los magistrados que apoyó la admisión del recurso reseñó que se habían tomado por parte de la administración "medidas exacerbadas" contra el recurrente.
European court of Human Rights slams Spains' slow justice system
The European Court of Human Rights has criticised Spain for its "slow" justice system. The case was presented by Martín Vicente Llavador, a Spanish citizen from Alicante, after his case was accepted in 1999 only to be thrown out four years later for insufficient evidence. The ECHR found Spain to be in breech of article 6.1 of the European Agreement on Human Rights, which states that all EU citizens have the right to "·speedy equitable and effective justice".
Sr Vicente presented a complaint against a decision by the Valencian Development Ministry that affected land which he owned in Bocairent (Valencia). After his complaint was dismissed by the Minsitry, Sr Vicente appealed to the local court for a ruling (recurso contencioso-administrativo) which was partially admitted in May of 1998 by the Supreme Court of the Community of Valencia.
However, the case was finally accepted by the court in 1999 and the Court gave the other party 30 days to submit evidence for the trial. As nothing was ever received, it took almost four years for tyhe case to be reviewed, at which point (in November 2002) the Court ruled that too much time had passed and archived the case without hearing it.
Sr Vicente then appealed against this decision, and his case was accepted for trial by the ECHR.
The sentence condems Spains slow justice system and theoretically opens the way for the EU to insist that Spain speeds up its justice system. It also paves the way for Sr Vicente, and others in a similar situation, to ask for compensation from the State for infringement of their human rights. It could also allow Sr Vicente to reopen his original case.