El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Santa Cruz de Tenerife aplaza hasta el 30 de noviembre próximo la entrada en las ocho viviendas que permanecen en pie en Cho Vito (Candelaria), así como su demolición. Esta medida fue solicitada el pasado día 7 por el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (a través de la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y el Mar) con el argumento de que se están completando "las actuaciones sociales de realojo de los afectados".
Ello implica que el derribo del poblado marinero se aplaza siete meses más. Cabe recordar que esta medida ya fue suspendida el 20 de septiembre de 2010, a raíz de un acuerdo alcanzado entre los gobiernos central y regional en Madrid y durante la huelga de hambre que protagonizaron seis vecinos de Cho Vito, estableciéndose el 30 de noviembre pasado como la siguiente fecha para demoler. Tampoco entonces se materializó la actuación de desalojo y derribo porque la medida fue aplazada hasta el día 30 de este mes de abril. Consecuentemente, Cho Vito ha evitado su total desaparición al menos 14 meses y 10 días más de lo que estaba previsto.
El realojo de los vecinos que aún residen en Cho Vito es una cuestión que preocupa y un hecho que condiciona, al parecer, la desaparición de las construcción que permanecen aún en pie. Sin embargo, de esa cuestión "no hay nada, todo es mentira", aseguró el portavoz de los habitantes de este poblado, Tomás González, quien fue contundente a la hora de afirmar que "nadie de Cho Vito ha firmado hipoteca alguna sobre cualquiera de las tres viviendas que el alcalde dice que se reservan para estos vecinos en las promociones municipales que se están construyendo".
Al tiempo de mostrarse satisfecho por la celeridad con que la administración judicial se ha pronunciado en este caso (pasaron seis días entre la solicitud de Costas y el auto judicial), González pone de manifiesto el convencimiento de sus convecinos acerca de que "alguien tendrá que entonar el mea culpa por todo lo que ha sucedido en Cho Vito. Ellos, las autoridades, han comido de nuestra medicina", sentenció el portavoz vecinal en alusión a los gobiernos municipal, regional y nacional.
En cualquier caso, tanto los que aún viven en el lugar como los que tuvieron que abandonarlo porque sus casas fueron demolidas están decididos "a continuar con nuestra lucha y trabajo, especialmente en la Unión Europea, para que el poblado marinero de Cho Vito sea reconstruido". Tomás González puso en énfasis en que "aquí hubo un atropello a derechos fundamentales que se puede olvidar".
Un ejemplo de lucha y esfuerzo
Tomás González, portavoz de Cho Vito, mantuvo reuniones esta semana con los grupos políticos del Parlamento nacional "a fin de hacerles ver lo inadecuado de la Ley de Costas vigente". En este viaje ha podido constatar que "los ciudadanos de Cho Vito hemos dado un ejemplo de lucha con el esfuerzo y el trabajo que hemos desarrollado". Con el propósito de que "no se cometa otro error después del 7 de octubre de 2008, fecha en la que demolieron muchas casas", González sostiene que "es necesario que prime el derecho de los ciudadanos por encima de los intereses políticos y especulativos".