Vecinos y vecinas de Mar de Tambo durante la marcha por la PO-308. JAVIER CERVERA-MERCADILLO |
Alrededor de 50 vecinos de la urbanización y sus alrededores salieron en comitiva desde la finca, pasando por un tramo de la PO-308 ► "Temos dereito a unha vivenda digna", lamentaron
La premisa: "Sin orden ministerial no puede haber derribos". A ella se aferran los vecinos y vecinas de la urbanización Mar de Tambo, situada en Chancelas, sobre la que pende de un hilo el derribo parcial de ocho de los 16 chalés que la forman, y tras conocerse que la Axencia de Protección da Legalidade Urbanística (APLU) ya presentó ante el juzgado el proyecto de demolición, abriendo así un período de alegaciones. Ante el serio peligro de quedarse sin sus casas, en algunas de las cuales habitan familias con menores, alrededor de 50 personas, vecinos de la urbanización, junto a miembros de la Asociación Veciñal, Cultural e Recreativa de Combarro y otros vecinos de los alrededores que decidieron mostrarles su apoyo, se concentraron el sábado por la tarde en los terrenos situados ante los chalés, para salir luego en comitiva por la PO-308 a golpe de pancarta y puño en alto. "É un dereito constitucional ter unha vivenda digna, e aínda así van adiante co derribo, e incluso ás nosas costas, porque tivemos que ir a Santiago a comprobalo", aseguraron.
El objetivo: visibilizar una situación sobre la que pesa la incertidumbre desde alrededor del año 2008, tras la ocupación de unas viviendas que terminaron las obras en 2005 y para las que el Concello otorgó licencia en 2001. A lo largo de 20 años, el asunto ha estado marcado por la burocracia derivada de la situación del deslinde de costas del término municipal de Poio.